
En plena preparación de regalos por el día de la mamá, nos encontramos frente a un momento interesante de educación sobre lo que se cuenta y lo que no a los padres.
Es una bueno enseñar a los niños la diferencia entre sorpresa y secreto, con el fin de ayudar a prevenir posibles abusos por parte de terceros, donde les indican guardar silencio y no contar a sus padres situaciones que claramente deben conocer. Muchas veces quienes actúan de manera maliciosa abusan del poder que tienen sobre los niños y pueden amenazarlos o chantajearlos sin que los menores se sientan capaces de superar esa restricción.
Una sorpresa es un "pase" que permite no decir explícitamente pero sí informar que se está haciendo algo, siempre es por un tiempo breve, luego se cuenta todo y hace feliz tanto al que la preparó como a quien le recibe. Un secreto puede estar oculto todo el tiempo, no necesariamente se conoce y no necesariamente hace feliz a ambas partes.
La comunicación familiar es de vital importancia para la protección de nuestros menores, usemos un lenguaje común para alertarnos ante situaciones que podemos evitar. Enseñemos a nuestros hijos que los queremos siempre, no sólo cuando son simpáticos o actúan sin equivocaciones. La familia está siempre para contener y acompañar y si de niños sienten que son escuchados, tenemos mayores posibilidades de tener adolescentes confiando en contar lo que van viviendo.
Nuestros niños ya están diciendo "mamá te estoy haciendo una sorpresa y el domingo sabrás qué es".
Esto también es aprender feliz jugando.
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