El año 2019 comenzamos con nuestra huerta urbana con el fin de que los niños vivan la experiencia de cultivar y ver crecer sus propias hortalizas y frutas. Fue una experiencia muy buena, que se vio truncada el 2020 con la pandemia. En ese tiempo, la huerta pasó a ser casera y pudimos comer pimentones, albahaca y frutillas fresquitos.
Durante el año 2022 la revivimos la huerta y hoy llegó el día de cosechar tomates. En nuestro instagram puedes ver el transcurso del proceso
Gracias a @factoria_insomnio y @rojaslilianaprado por toda la experiencia y dedicación que han puesto en ella.
Empezamos por remover la tierra y sacar todas las raíces que nos quedaron de la primera versión de la huerta.
Después abonamos y revolvimos para asegurarnos que de la tierra y turba de bosque estuviesen sueltas, sin pelotones y con la humedad suficiente para recibir los almácigos.
Los niños plantaron y han cuidado con muchas ganas las plantitas, que comenzaron tímidamente a crecer y ahora ¡son una selva tropical!. Han ayudado regando y desmalezando. En la experiencia anterior descubrimos que los mejor es hacerlo cuando son pequeñas, es más fácil distinguirlas y pinchan menos!
Cada cierto tiempo observamos las plantitas para revisar cómo van creciendo, si tienen algún bichito o si se van secando y quitamos las hojas secas en caso necesario,
Durante este tiempo han degustado acelgas de distintos colores (blancas, amarillas y rojas) y probado diversas hojitas: albahaca, menta, ciboullete, orágano, yantén y mucho más!
Seguimos viendo crecer los zapallos, el choclo, una alcachofa y esperamos que las frutillas pronto le aporten color y sabor a este huerto urbano.
Esto también es aprender feliz jugando!
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